Durante el segundo semestre del 2021, la iniciativa RED SIPAN con el apoyo del Centro de Educación y Tecnología –CET de Chiloé-, instaló una red de 16 predios pilotos distribuidos en siete comunas del territorio altoandino correspondientes a Putre, Huara, Camiña, Colchane, Pica, Calama y San Pedro de Atacama, con los cuales se busca orientar a los agricultores hacia un proceso de transición agroecológica.
La Red SIPAN “Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Nacional”- es una iniciativa impulsada por el Ministerio de Agricultura de Chile que cuenta con la supervisión y apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
¿Qué es la transición agroecológica?
Carlos Venegas, director de CET Chiloé señala que es un proceso ordenado y planificado para retomar una orientación agroecológica de un predio, “cuando un predio se ha artificializado y se han introducido prácticas convencionales no ecológicas tales como pesticidas, fertilizantes, hormonas y un paquete tecnológico que ha sido común para el continente americano y para Chile, este cambio debe ser paulatino para no afectar la producción y estabilidad del sitio”, destacó.
A través de proceso de transición agroecológica se busca fortalecer la diversidad agrícola presente en los predios, destacando las variedades tradicionales que se han cultivado históricamente en las quebradas y precordillera, – que actualmente se encuentran en riesgo de desaparición-, y a su vez potenciar las prácticas tradicionales que son herencia cultural de las comunidades indígenas de estos territorios y que han permitido desarrollar la agricultura desde siglos a la actualidad.
Junto al apoyo de los y las agricultoras, se han diagnosticado una serie de principios agroecológicos asociados al nivel de biodiversidad agrícola presente en los predios, tales como las prácticas asociadas al reciclaje, la interacción entre subsistemas prediales, como la combinación entre agricultura y ganadería, el manejo ecológico de plagas, del suelo y agua, como también la identificación de aquellos conceptos del conocimiento tradicional que siguen utilizándose en el desarrollo productivo.
De esta manera, a partir del diagnóstico de estos principios , se han logrado identificar cuáles son los que presentan mayores déficits y por tanto definen las prioridades a abordar en cada predio, estableciéndose un plan de actividades que logre en el mediano y largo plazo, contar con un sistema productivo basado en la incorporación de prácticas agroecológicas y conocimiento tradicional, fortaleciendo el sistema productivo en cuanto al rendimiento y estructura del suelo, mejorando el control de plagas y enfermedades, desincentivando el uso de agroquímicos en algunos casos por opciones de carácter natural y ecológico, y por sobre todo, resguardando la riqueza del patrimonio agrícola propio de estos territorios.
¿Qué es y por qué es importante la conservación dinámica?
Uno de los conceptos que propone el enfoque SIPAN de FAO, es la conservación dinámica, que corresponde a la capacidad de adaptación de las comunidades, sin perder su riqueza biológica y cultural, como su capacidad productiva. En ese sentido, unas de las acciones que se ha desarrollado mediante las acciones del plan de manejo, es la preparación de bioinsumos a base del guano, insumo utilizado históricamente por las comunidades locales para la fertilización del suelo previo a las siembras. De ellas, destaca la preparación de bokashi, correspondiente a un abono de rápida preparación y uso a través de la combinación de elementos como guano, azúcar, leche, levadura, afrechillo, los cuales, mediante un proceso de fermentación durante aproximadamente 10 días, permite su uso inmediato para las labores agrícolas.
Escalando la transición agroecológica
Uno de los desafíos de la Red SIPAN, es propiciar el escalamiento de las acciones desarrolladas en los predios pilotos para lograr que más agricultores y comunidades, adopten esta estrategia de producción agroecológica considerando el valor histórico y cultural que adquiere el sistema tradicional de terrazas y eras de cultivo que es reconocido por FAO y el Ministerio de Agricultura. En este sentido, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) cumple el rol de ejecutor de esta iniciativa mediante su Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), por lo cual, este trabajo ha sido acompañado junto a los profesionales de dicho programa y se espera que las directrices y lecciones aprendidas de este proceso, queden incorporadas en el Plan de Trabajo Anual del año 2022. Ante ello, el director de INDAP Tarapacá, Francisco Briones, destacó la importancia de la elaboración e implementación de los planes de manejo (PM) realizados por el CET de Chiloé, para los sistemas de agricultora en terrazas, eras de cultivo (precordillera) y lo ejecutado por la Corporación Norte Grande en el sector altoandino, “lo cual permitirá enfocar el manejo del sistema ganadero camélido en humedales. A esto se suma el que pudieran estar acompañados de un ciclo de formación técnica, para los equipos PDTI de las respectivas comunas, ya que serán los profesionales PDTI los encargados de continuar con el PM y que la transición hacia la agroecológica sea positiva, para el resguardo del patrimonio agroalimentario de la región de Tarapacá”.
Por último, Carlos Venegas de CET Chiloé señala que la crisis mundial global y la pandemia nos da la oportunidad de comprender que la vía para superarla va de la mano de la transición agroecológica, “es importante pensar y comprender que estas capacidades técnicas requeridas son parte del conocimiento profesional, y representan una oferta para el futuro. Los espacios de reflexión que se aborden con los profesionales PDTI son importantes para generar este cambio”, destacó.
