Si diciembre recién pasado, fue regular para la actividad turística de los dueños de lanchas de turismo del Muelle Prat, hasta ahora, enero no muestra indicios de mejorar.
Así lo señaló a Diario El Longino, Gloria Chávez, presidenta del gremio de lancheros cuya actividad es llevar a los turistas a un paseo por la bahía, hasta la Boya de la Esmeralda.
«Estamos viendo que no llegan los turistas que en años anteriores procedentes de distintas regiones de Chile venían para realizar una travesía por las aguas del mar de Iquique, que están llenas de historia. Hasta el momento esta actividad se nota muy, pero muy lenta. Por ejemplo una lancha debe esperar largo rato para completar el aforo que puede ser de 18 pasajeros en lanchas menores y para 35 pasajeros en embarcaciones mayores. Debe ser el menor número por el aumento de los contagios de coronavirus y por haber retrocedido a tercera fase».
Según Gloria Chávez, esto de pasar a fase 3 ha sido perjudicial porque mucha gente no se atreve a salir y además porque las medidas decretadas por la autoridad sanitaria son estrictas.
«Esto de los aforos de pasajeros para las lanchas son diferentes para unas y otras, dependiendo la capacidad de cada cual. Ahora, usted me ha preguntado por los precios de los pasajes. Déjeme decirle que mantenemos los precios antiguos que son de tres mil pesos por persona, adulta y menores. Recuerdo que en septiembre de 2021 nos fue bien, pero luego comenzó a bajar y bajar. Para colmo el alza de los combustibles también por afecta, como a todo el país».
Asimismo, explicó que el paseo en lancha es un atractivo único para los turistas y gente de la ciudad, porque los lleva en un recorrido lleno de atracciones. En una navegación de una hora, saliendo del Muelle Prat, pasando por el Club de Yates, el sector de las embarcaciones artesanales. Pasan por la lobera, al tiempo que un guía les va explicando el hábito de esos lobos marinos. La travesía los lleva frente al sector de la ITI, la EPI, Punta del Molo y la Boya Esmeralda.
«Nosotros en Iquique somos afortunados por tener esas maravillas como la Boya de la Esmeralda, los rostros de dos gorilas en el cerro, una amplia vista hacia la Zofri; en fin estos paseos en lanchas dejan buenos recuerdos entre los pasajeros».