Ana María Valenzuela
Académica Enfermería
Universidad Andrés Bello
Situaciones límites como encontrarse con personas heridas en la vía pública por un asalto o accidente y sin recibir asistencia, nos obligan a preguntarnos qué tan preparados estamos cada uno para enfrentar un escenario similar. La realidad es que en la mayoría de los casos no sabemos cómo reaccionar y lo primero que deberíamos conocer son los números de emergencia de las distintas instituciones policiales, de auxilio médico y rescate.
Para saber cómo actuar es importante analizar algunos conceptos claves involucrados, como las lesiones provocadas, su profundidad y zona anatómica donde ocurren, que son determinantes de la condición de gravedad de la persona.
Es clave la evaluación y primeros auxilios que se le presten a la víctima. Tan relevante que hace la diferencia entre la vida y la muerte. Comienza por medir el riesgo del escenario (lugar donde ocurre la agresión o accidente), quien presta esta ayuda no debe arriesgar su propia integridad y de esta forma convertirse en otra víctima de lo ocurrido.
Luego de asegurar esto, se debe evaluar si la persona está consciente y responde a preguntas sencillas: “cómo se llama”, lo que, además, nos proporciona información de la identidad antes que pueda perder la conciencia. Si se tiene la posibilidad, averiguar su edad, enfermedades crónicas y lugar dónde vive.
Luego, observar la lesión y si hay hemorragia, por ejemplo, se debe cubrir con un paño limpio y presionar para evitar que continúe la pérdida de sangre. Es ideal si se cuenta con otra persona que está prestando ayuda, ya que al mismo tiempo se debe llamar a SAMU (Sistema de Atención Médica de Urgencia) al fono 131 para optimizar el tiempo en el cual reciba atención especializada, elemento vital para la víctima, aportando el máximo de antecedentes que se disponga en el momento.
La herida con un objeto corto punzante en el cuello, por ejemplo, es un escenario complejo y apremiante, debido a en esta zona están ubicados importantes vasos sanguíneos. Ellos irrigan la región cefálica (cerebro), además, portan sangre de vuelta al corazón desde esta zona, por lo que la interrupción de este flujo provoca una situación de riesgo vital al tratarse de una herida profunda. Por otro lado, en el cuello están ubicados otras estructuras relevantes de las vías respiratorias (laringe, tráquea), lo que contribuye aún más una lesión de difícil manejo.
Sin embargo, hay múltiples emergencias de las que podemos ser testigos y en las que podría requerirse tomar un rol más activo. Por eso, es necesario recordar la responsabilidad de la ciudadanía, tanto en realizar la educación en primeros auxilios como en solicitarla, de parte de las entidades educacionales, de salud y de seguridad ciudadana. Las empresas también ponen a disposición de su personal instancias de educación en primeros auxilios, por lo que depende el compromiso de cada uno estar preparado
