El dengue, una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, ha afectado a
diversas regiones de Chile en los últimos meses. Según el Ministerio de Salud, se ha registrado
un incremento en los casos en comparación con años anteriores.
Este aumento de casos ha llevado a las autoridades a declarar la alerta sanitaria en gran parte
de país, la que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023: Arica-Parinacota, Tarapacá,
Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso y la Metropolitana.
El profesor Mauricio Canals, académico del Programa de Salud Ambiental de la Escuela de
Salud Pública de la Universidad de Chile, advierte que «en la zona norte del país, en particular,
hay mucho intercambio con países que tienen dengue. En Arica, han llegado aproximadamente
12 casos de dengue en los primeros seis meses del año».
Plantea, asimismo, que este es un asunto de consideración, dado que no existe cura para este
mal. «Esta no es una enfermedad que pueda ser tratada, sino que sencillamente se trata en
forma sintomática. El papel fundamental de la salud pública es en el control de los vectores del
dengue. En Chile se hace un estudio permanente –en particular en la zona norte del país–
donde se muestrean los cuerpos de agua para ver la presencia del Aedes aegypti”, afirma.
Las altas temperaturas que trae el cambio climático y la humedad favorecen la reproducción
de los mosquitos hembra de esta especie transmisora del virus. Los síntomas del dengue
incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, así como
erupciones cutáneas. En casos graves, la enfermedad puede evolucionar hacia el dengue
grave, una forma más peligrosa que puede poner en riesgo la vida del paciente.
Fernando Fredes Martínez, académico de la Unidad de Enfermedades Parasitarias del
Departamento de Medicina Preventiva Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias y
Pecuarias de la Universidad de Chile, dice que es importante relevar que el Aedes aegypti
también puede ser vector de los virus de otras graves enfermedades que afectan al ser
humano.
“El dengue es una enfermedad viral que se transmite naturalmente por mosquitos hembra de
la especie Aedes, siendo Aedes aegypti su principal vector. Pero también puede transmitir
importantes enfermedades como la fiebre amarilla, el del zika y el del chikungunya”, señala.
Además, sostiene que “en un país como el nuestro, que está rodeado de países vecinos que
tienen el vector y además dengue, es importante realizar vigilancia de los mosquitos presentes
en aquellas zonas fronterizas, aeropuertos y puertos”.
En cuanto a la incidencia del cambio climático, el profesor Fredes indica que es una variable
importante. “El cambio climático es relevante y puede tener una gran influencia en la
propagación del dengue, ya que permitiría que el mosquito colonice sectores del mundo en
que el aumento de las precipitaciones y de las temperaturas medias pueden generar las
condiciones ideales para que el vector se pueda criar y reproducir en lugares donde antes no lo
lograba”, explica.
El monitoreo es desarrollado, entre otros profesionales, por médicos veterinarios de la Seremi
de Salud y del Instituto de Salud Pública (ISP), a través de un programa de vigilancia y control
de mosquitos de importancia sanitaria en Chile del Ministerio de Salud.
Las autoridades de salud, asimismo, han implementado una serie de medidas preventivas para
controlar la propagación del virus. Estas incluyen campañas de concientización para informar a
la población sobre las formas de prevenir la picadura de mosquitos, eliminando posibles
criaderos en sus hogares, y utilizando repelente y ropa protectora. Además, se han
intensificado las labores de fumigación en áreas identificadas como focos de contagio.
Con motivo del Día Internacional contra el Dengue, que se conmemoró ayer, se organizaron
diversas actividades a nivel nacional para sensibilizar a la población sobre la importancia de
prevenir esta enfermedad. Expertos en salud advierten que la colaboración de la comunidad es
fundamental para enfrentar esta problemática, y hacen un llamado a seguir las indicaciones de
prevención y cuidado emitidas por las autoridades sanitarias.
ALEJARSE DEL AGUA ESTANCADA
Para prevenir la transmisión de esta enfermedad vectorial, es necesario evitar la proliferación
de los mosquitos vectores. Para esto, se podrían practicar algunas medidas que tienen relación
con dificultar el ciclo de vida del mosquito, como son vaciar, cubrir o eliminar recipientes
donde exista agua almacenada, limpia o sucia, que es requerida para la oviposición de las
hembras.
Otro tipo de medidas es que las personas que habiten o visiten sectores donde exista el vector
tomen medidas de protección personal, como son la utilización de mosquiteros en puertas y
ventanas, e idealmente y cuando sea posible mantener lugares cerrados con bajas
temperaturas utilizando equipos de aire acondicionado.
También se aconseja el uso de ropas que cubran la mayor parte del cuerpo y que en las partes
expuestas se pueden utilizar repelentes de mosquitos. “Un dato interesante es indicar que el
mosquito involucrado pica con mayor frecuencia durante el día y que prevalece y se propaga
rápidamente en países o regiones del mundo que posean clima tropical o subtropical”, asegura
Fredes.
El profesor Canals, en tanto, señala que “hay que evitar los cuerpos de agua. Por ejemplo, en
Rapa Nui se dejan muchos neumáticos al aire libre y estos cuando llueve se llenan de agua y
ahí los mosquitos ponen sus huevos y hay crianza de estos».
«Los huevos del Aedes aegypti son de color oscuro, muy pequeñitos, y se adhieren, por
ejemplo, a las vastas de los Blue Jeans. Por ejemplo, si las personas van a Isla de Pascua y se
meten en charcos de agua, podrían quedar adheridos huevos de mosquito en la ropa”,
advierte.