Con sueños y esperanza por cumplir, Milton Domínguez mantenía la fe y esperanza pese a su discapacidad. Su muerte no sólo conmueve por la violenta golpiza recibida sino que amarga las festividades de mayo.
Hace poco tiempo conocí a un hombre colombiano, lisiado que le faltaba la pierna derecha y que, pese a eso, se ganaba la vida cuidando automóviles, en calles aledañas el sector de la Universidad de Tarapacá.
Su nombre, Milton Domínguez, de 61 años de edad, procedente de Cali, Colombia quien llegó a nuestra ciudad hace más de dos años, buscando mejores condiciones de vida. El hombre se defendía como artesano, fabricando adornos con los envases de refrescos y cervezas por los que cobraba una módica suma tres mil pesos. La gente le compraba las especies como adornos con formas de ollas a presión, cacerolas, tazas, platos, por ejemplo.

Don Milton decía que no era justo pedir limosnas, porque con sus manos podía hacer cosas, como lavar automóviles, barrer, limpiar los vidrios de vehículos. «Yo me gano mis lucas honradamente. Me vine de Colombia como instalador de placas solares, pero un accidente me llevó una pierna. Quedé lisiado, pero tengo buenas manos para realizar manualidades y a la personas les gustan mis creaciones. Y hasta con guitarra me defiendo, total Dios sabrá por qué trazó mi camino, además los habitantes de esta ciudad son muy bondadosos y desprendidos. Son generosos con los minusválidos como yo».
Nuestro entrevistado nos dijo muchas personas piden monedas en las calles. Cree que cuando esas personas son mujeres, lo merecen especialmente cuando tienen niños, «pero cuando son personas saludables y jóvenes deben buscar alguna forma de trabajo para ganarse dignamente el dinero».
Dominguez nos dijo que es técnico en reparación y montaje de paneles solares, rama que estudió en su país durante tres años, hasta terminó discapacitado.

«Con mi trabajo contribuyo al reciclaje, con los envases metálicos fabricó, teteras, flores y floreros para el living y escritorio y los vendo a mil pesos la unidad. Usted me preguntaba por qué me vine a Chile. Le cuento, llegué a este generoso país porque está muy adelantado en la energía solar, pero ya ve usted cómo terminé».
¿Se ha sentido discriminado por su nacionalidad o por su discapacidad? -le pregunté.
«No señor, le repito que este pueblo chileno es muy solidario y es por eso que mucha gente de Centroamérica quiere venir a Chile. A lo mejor a algunos de mis compatriotas solo les falta la oportunidad solamente, además el clima es muy bueno, porque no llueve y por eso no falta donde dormir. Déjeme decirle que es primera vez que me entrevistan para un diario, me siento importante y le agradezco su gentileza. Gracias, señor, muchas gracias, Dios bendiga a este pueblo».
El colombiano Milton Domínguez, tiene su madre y siete hermanos en su país, pero su padre falleció.
