El iquiqueño Hermes Valverde Tomé, ha sido el encargado del mantenimiento del reloj de Plaza Prat durante más de 50 años, según su propia versión y conoce gran parte de la historia de la histórica torre ubicada en medio de la plaza mayor de Iquique. Tiene valiosos antecedentes del enorme cronómetro de complicados mecanismos, con campanadas que señalizaban con característicos sonidos la hora, la media hora y los cuartos de hora.
En primer lugar, Hermes Valverde Tomé, 77 años de edad, quien es relojero desde joven porque se crió en medio del negocio de su padre pues fue un destacado relojero de la ciudad, conserva valiosa información sobre el tema. Valverde hijo comentó a Diario El Longino que ha estado cargo del Reloj de la Plaza Prat de Iquique, durante cincuenta años.
En entrevista con Diario El Longino, acerca de la historia de la torre que se encuentra en el centro de la Plaza de Armas de Iquique, dijo tener ciertas dudas acerca del origen de esa histórica infraestructura.

-En los registros históricos regionales y nacionales se mantiene a firme que la Torre de Plaza Prat fue construida por el ingeniero chileno-francés Manuel Eduardo Lapeyrouse el año 1877. ¿Qué opina?
-Yo siempre he tenido ciertas dudas. Creo que la estructura de la torre la trajeron desarmada. No encontré en Iquique para esos años, gente capacitada para crear esa torre.
¿En que fundamenta esa idea?
-En que muchas de las casas de calle Baquedano, con sus balcones, sus balaustras, barandillas o pasamanos son todas prefabricadas y las traían desde los Estados Unidos. En Iquique solo las armaban, entonces esta descripción debe ser una sorpresa para muchos. En tiempos del Perú se denominó la Plaza del Reloj.
¿Qué antecedentes tiene de la posición original que ocupó la Torre del Reloj, es verdad que fue removida del sitio original?
-Vamos por parte. En primer lugar, debo recordarle que en primer lugar donde se encuentra el actual edificio Protectora de Trabajadores había un templo, de nombre Iglesia de la Matriz, que fue destruida por un incendio incluyendo el reloj que tenía el año 1873. En aquel tiempo el piso de la plaza era de tierra y conchuela y el sector no tenía ningún atractivo. Entonces, cuando armaron e instalaron la Torre del Reloj, fue emplazada, frente a la calle corta que hoy se llama Luis Uribe. Se determinó hacerlo allí con la idea que el reloj pudiera observarse desde lejos, porque en aquellos años, muy pocas personas tenían reloj. Hasta el año 1960 era carísimo tener un reloj y cualquiera no lo tenía. Tampoco podemos olvidar que en aquellos días, tener una torre con reloj en el centro de las ciudades, les daba prestigio. Bueno resulta que a nuestra torre le faltaba una corona y por lo mismo le agregaron una parte superior, incluyendo su campanario.
-¿Pero, cuándo y por qué cambiaron de lugar el conjunto?
-Las tropas chilenas lo trasladaron hasta el centro de la Plaza de Armas, durante la Guerra del Pacífico. Debe haber sido un trabajo espectacular mover la torre. Lo más curioso es que no tenía fundaciones, no tenía cimientos fuertes. Y cuando construyeron el actual estacionamiento subterráneo, los ingenieros de la empresa me llamaron para informarme que la torre no tenía fundaciones. Casi me desmayo de sorpresa. Gracias al reforzamiento con vigas de acero que le aplicaron a la torre, no se cayó y resistió fuertes sismos. En cuanto al sistema de construcción peruano, al parecer no se construía sobre fundaciones. Incluso el Casino Español, no las tiene.
¿Qué puede decir de los componentes del reloj, cómo opera?
-Este funciona con contrapeso y la «fuente de energía del reloj». Tiene un péndulo compensado que pesa 59 kilos y que regula la velocidad a través de una pieza que se denomina «lenteja» para apurar o atrasar el reloj. En cuanto a las campanas, para el incendio que se registró en sus orígenes, se quebraron y dañaron, por lo cual es imposible hacerlas funcionar. La mayor parte están arrinconadas en algún lugar. En estos tiempos las campanas se pueden replicar mediante un programa computacional y con un sistema electro mecánico.
El busto en honor a Arturo Prat
El relojero Valverde Tomé, el único que ha estado a cargo del mantenimiento de la Torre de Plaza Prat y su campanario, también tiene información acerca del busto de Arturo Prat que por largo tiempo permaneció bajo los arcos de la torre.

¿Qué pasó con el busto del capitán Arturo Prat, el original?
-Esa obra fue construida por Nicanor Plaza, Premio Mundial de Escultura en París a comienzos del siglo XX, él fue el maestro de todos los maestros, constructor de diversos monumentos en Chile. Él moldeó la escultura de Arturo Prat, en presencia de la esposa del héroe. Es el único rostro más cercano a Prat, pues su esposa le iba explicando los detalles de los rasgos faciales al escultor. Entonces, cómo el busto de Prat que estaba bajo los arcos de la Torre del Reloj había sufrido ataque y hasta que dañaron la nariz. Lo que actualmente hay allí es una réplica realizada bajo el sistema computacional 3D que lo obsequió Hrvb Ostoic.
-Usted sabrá que la torre será sometida a mantenimiento ¿qué opina?
-Lo que siempre he planteado a la Municipalidad es que debe haber sola una persona responsable de la sala de máquina del reloj porque si muchas personas intervienen en su manejo, nadie se hace responsable. Siempre he propuesto que debo ser yo el curador, es decir tener a cargo formalmente el conjunto torre y maquinaria.