Una rama poco conocida es la brujería marina que honra una conexión profunda con la interacción entre la tierra y el mar.
Las costas son un lugar de clima dinámico, mareas cambiantes causadas por la luna y elementos altamente energéticos en acción. Este estilo de brujería trabaja con los elementos a medida que se relacionan entre sí en áreas donde la tierra se encuentra con el mar, y no es de extrañar que el elemento agua juegue un papel importante en su práctica.
Las brujas del mar están muy en sintonía con la magia de la luna, ya que tiene una relación dinámica con las mareas del océano y grandes masas de agua. Aquí es de donde la Bruja del Mar saca gran parte de su inspiración ritual. Es una práctica que se basa en obtener energía de las ya poderosas fuerzas de la naturaleza que lo rodean, pero que específicamente se ven reforzadas por las costas. Esto significa que los rituales y hechizos son en honor al caos y poder del mar.
Quienes practican este tipo de magia suelen meditar cerca del agua para identificar su lenguaje, tener una comprensión del clima, limpiar playas como ofrenda y estudiar el folkore relacionado al mar.
Al vivir cerca del mar tenemos la capacidad de comenzar aquella comunicación fluida con el océano, observando sus ritmos y cambios. Generando un lenguaje que va más allá de lo físico y tangible. ¿Y tú, conectas con el océano?