Por Marcial Rapela, socio y responsable de Bain & Company en Chile
Año tras año las empresas luchan por crear estrategias de planificación que incorporen a todas las áreas de la compañía, llamándolos “planes plurianuales”, para hacer frente a la volatilidad del sistema, impactado por los vaivenes del mercado cambiario, una competencia cada vez más feroz, y las preferencias de sus actuales y nuevos consumidores. No obstante, y a pesar de la preparación y dedicación de los ejecutivos, en un mundo cada vez más interconectado, aun no es posible determinar los escenarios que nos depara la economía.
Considerando que varias compañías han comenzado sus procesos de planificación estratégica para los siguientes meses, desde Bain & Company evaluamos cuáles son las fuentes que impiden una mejor adaptabilidad al cambio, y aquellos procesos que entorpecen la agilidad en la toma de decisiones.
En primer lugar, destacamos que la mayoría de los sectores se ven impactados por más de uno o dos vectores. Por ejemplo, la minería del oro. Las empresas mineras han incorporado durante mucho tiempo la volatilidad de los precios en su planificación. Pero hoy en día, las preocupaciones medioambientales, la normativa sobre el arsénico, los cambios en las normas de seguridad, la inestabilidad política, la política monetaria mundial y los avances tecnológicos han aumentado la incertidumbre para los productores. Ahora hay que tener en cuenta cada factor a la hora de tomar decisiones de producción y evaluar nuevos proyectos. Si se pasa por alto incluso uno de ellos, una empresa podría equivocarse fácilmente de rumbo.
Otro punto que mencionamos es que la mayoría de los lineamientos están interrelacionados, por lo que los cambios en áreas exacerban los movimientos en otras. Con ello, se dificulta el trabajo de planificación estratégica, ya que el número de interconexiones de variables se multiplican y los líderes deben realizar nuevas estrategias.
Finalmente, en la mayoría de las compañías suelen contar una amplia gama de previsiones sobre cómo será el «estado estacionario» en cada línea de negocio, pero sin arriesgarse en nuevas ideas lo que puede ser una pérdida importante, tal como ocurrió en 1980. En esa década, una de las mayores empresas de telecomunicaciones del mundo llegó a la conclusión de que los teléfonos móviles seguirían siendo una novedad: eran pesados, de poca duración, cobertura irregular y un costo muy elevado. la duración de las baterías era corta, la cobertura era irregular y el coste por minuto era elevado. Mientras tanto, otros operadores, basándose en suposiciones 50 veces mayores, invirtieron fuertemente en telefonía móvil. Por lo que tratar de elegir una única y mejor estimación de posibilidad, trae consigo mayores probabilidades de equivocarse que de acertar.
Hoy más que nunca es sumamente necesario que las organizaciones creen planes de manera integrada y que conversen con la realidad social de sus lugares de trabajo. Establecer estrategias innovadoras y con interconexión entre todas las aristas de la empresa ayudará a comprender mejor las necesidades del mundo actual y traerá múltiples beneficios para la compañía
