Diversas son las necesidades de seguridad en nuestro país, y múltiples se han perfilado como las
soluciones, pero los últimos informes de seguridad alertan con cifras siempre al alza, en especial si
se habla de homicidios.
En un fenómeno que provoca alarma pública, hoy los delincuentes exhiben un alto poder fuego y
gran calibre, con armamentos de repetición de alta tecnología ingresados a Chile de manera ilegal.
Se podría pensar que unos de los factores que tiene relación con esta situación de mayor
peligrosidad, obedece a los nuevos carteles de narcotráfico que operan en nuestro país desde
algún tiempo a la fecha.
Existe consenso que una de las causales dice relación con el ingreso descontrolado de migrantes
irregulares a través de nuestra frontera Norte, particularmente por Arica, Colcahane y Ollagüe, no
obstante tras esos ingresos clandestinos está claramente establecido que no existe registro de
ellos sumado al hecho que muchos de los extranjeros no portan identidad, lo que implica no poder
obtener esa información en su país de origen, como por ejemplo, Venezuela, con quien ha sido
casi imposible obtener antecedentes por vías oficiales.
Entonces la pregunta es quién resuelve ese problema ya que, si bien migrar es un Derecho
humano consagrado a nivel internacional, nada ni nadie puede dar fe de cuál es la intención de
ese migrante para ingresar a Chile.
Por otra parte, la Macrozona Norte carece de recursos tecnológicos y son las propias autoridades
centrales quienes incluso reconocen que esos territorios no tienen ni mantienen elementos para
poder ayudar a prevenir una migración que aparece descontrolada en diversos sentidos.
A nuestro entender se debe priorizar una agenda de Seguridad Pública, pero pensando en forma
solidaria: Resulta increíble que aún no podamos resolver un tema que es de suma urgencia en
nuestra sociedad, el cual la Constitución asegura y ordena al Estado Chileno, brindar las
condiciones mínimas de seguridad y dar tranquilidad de nuestros ciudadanos.
En el contexto de búsqueda de soluciones, obviamente la centralización en la toma de decisiones
ha sido el enemigo número uno con respecto a la prevención en seguridad pública y su impacto y
efecto lo estamos viviendo de manera nítida en las regiones del extremo Norte chileno,
particularmente en materia narcotráfico, tráfico de armas de fuego, tráfico y trata de personas,
migración irregular.
Respecto a esta última, existe una inacción claramente visible y que se evidencia en la poca o nula
recuperación de los espacios públicos en el centro de nuestras ciudades del norte, hecho que se ve
agravado por personas que viven en la calle y lo cual afecta la calidad de vida urbana.
Es de suma relevancia (y urgencia) poder generar acciones que vayan directamente en el nuevo
concepto de prevención situacional, concepto que trabajaron los países del Hemisferio Norte y
tuvieron buenos resultados. ¿Por qué no podemos también nosotros hacer algo de manera
transversal y multisectorial? Por lo pronto, estamos frente a un gran desafío País que espera ser
encarado a la brevedad.
Tal como se reconoce a nivel de tribunales y Ministerio Público, los porfiados hechos están
apuntando a que la Ley y sus agentes deben hacerse presente in situ y eso quiere decir una sola
cosa: Si estamos de acuerdo con que se debe “estar” donde está el problema, la conclusión
derivada no es otra que se debe estar presente en la Macrozona Norte con todos los medios
humanos, financieros y tecnológicos.
Patricio Meza García, Administrador Superior en Seguridad Publica.