En los meses de frío del año existe menor riesgo de exposición al sol y al agua. “Los pacientes recién operados debe cuidar que los puntos sean removidos o reabsorbidos, por el riesgo de infección en el área de sutura”, afirma la doctora Carolina Salisbury.
Isabel Frías
Periodista U.C.
Cada vez más personas buscan una solución a problemas funcionales o anatómicos que las afectan física o emocionalmente, los que pueden haber sido provocadas tanto por defectos congénitos o adquiridos, o también debido a cambios originados por el paso del tiempo, entre otros.
Entre los procedimientos más comunes están los tratamientos faciales invasivos tales como rejuvenecimiento facial y blefaroplastia, y también las intervenciones mínimamente invasivas como la aplicación de ácido hialurónico y toxina botulínica.
En tanto, algunas de las cirugías más habituales son la rinoplastia, abdominoplastía, lipoaspiración, mastopexia, mamoplastía además de algunas cirugías reconstructivas como reconstrucción mamaria y de parálisis facial.
POR QUÉ EL INVIERNO
La doctora Carolina Salisbury Devicenzi, cirujana plástica de la Clínica Universidad de los Andes, explica que, si bien los procedimientos estéticos pueden ser efectuados en cualquier época del año, los meses de más frío tienen algunas ventajas al respecto.
La primera sería la menor exposición al sol: “Hay menos posibilidad de estar en la playa o en la piscina expuestos a los rayos del sol. El problema con la radiación ultravioleta es que hace que se pigmenten las cicatrices que todavía están inflamadas y enrojecidas luego de la intervención”, afirma la especialista.
Añade que durante el período de bajas temperaturas otorga más tiempo para evolucionar y aclararse antes de los meses de primavera y verano en que se está más expuesto al sol. Algo muy similar acontece con la piel que es tratada con tratamiento láser, aunque “de todas formas, no hay que olvidar que debemos cuidarnos del sol todo el año”, recuerda la dra. Salisbury, quien agrega que “recién operados, los pacientes no deben bañarse en el mar o en una piscina por unas dos o tres semanas hasta que los puntos hayan sido removidos o reabsorbidos, por el riesgo de infección en el área de sutura”.
Asimismo, mientras más frío mayor es la comodidad ya que estas cirugías requieren muchas veces “el uso de medios compresivos luego del procedimiento, los que son más cómodos de llevar con menores temperaturas”, en tanto el calor puede aumentar la hinchazón de la zona intervenida y hacer que las cicatrices se inflamen más.

HINCHAZÓN Y CICATRICES
De lo anterior surge la ventaja de contar con mayores opciones para ocultar tanto cicatrices como los medios compresivos: “El uso de ropa más holgada, con mangas largas, cuellos altos y más abrigada, entre otros, hace más fácil ocultar las cicatrices, parches y medios de compresión que se puedan estar utilizando después de una intervención. Así, las personas pueden estar más cómodas y relajadas frente a otros”.
Otra razón importante es contar con un mayor tiempo para recuperación en período invernal versus el verano: “Muchas personas –afirma– esperan lucir sus cambios durante el verano, sobre todo si se sometieron a una cirugía de contorno corporal, por ejemplo. Al hacerlo en invierno, se dan varios meses de plazo para que baje la hinchazón y lograr la recuperación completa. Asimismo, en los meses más cálidos se tiende a hacer más actividades, pero no hay que olvidar que se ha realizado un procedimiento médico que implica etapas de recuperación”.
Finalmente, es muy relevante cuidarse post cirugía porque “estamos haciendo un procedimiento para que la persona no tenga ninguna complicación y quede bien. Entonces, la idea es que se cuiden, sobre todo del sol, para que las cicatrices queden más tenues, más blandas y no estén pigmentadas. Y así, obtengamos resultados exitosos”, concluye la dra. Salisbury Devicenzi.