Bajo cielo nublado y banderas flameando
ALBERTO VARGAS FUENTES
FOTOS DANIEL TRONCOSO
Con el patriotismo heredado generación tras generación miles de tarapaqueños, y también extranjeros, fueron participes del desfile por la conmemoración del 145 aniversario del Combate Naval de Iquique en la plaza 21 de Mayo.
Tras los honores de rigor e izamiento del pabellón patrio, fue el contraalmirante Marcelo Zoppi, comandante en jefe de la Cuarta Zona Naval, quien leyó la alocución donde además de destacar los valores y legado de Prat resaltó la importancia de crear conciencia marítima y proyectar al país como nación oceánica por su implicancia para el comercio y las comunicaciones globales y la alimentación de la humanidad.
Mencionó que las aguas y cerros de esta zona fueron testigos de una epopeya sin igual “del heroísmo el comandante Arturo Prat, que junto a su dotación ascendieron a la inmortalidad con su patriotismo marcando para siempre los destinos de nuestra patria. Revivir los hechos que ocurrieron en la rada de Iquique significa rememorar nuestra historia y honrar a aquellos valientes marinos que, con profundo sentido del deber y estricto amor a Chile, entregaron su vida en el Combate Naval de Iquique. Las manifestaciones de gratitud y admiración por el sacrificio sublime de Arturo Prat y sus hombres en la rada iquiqueña y la hazaña de Carlos Condell y sus camaradas en Punta Gruesa, no se han detenido a lo largo de los años y nos encuentran hoy -145 años después- reunidos en Iquique con la presencia las más altas autoridades regionales y el acompañamiento la comunidad iquiqueña, quienes le otorgan un marco de solemnidad y sentido patrio a este acto conmemorativo”.
Resaltó que como nación sobresale con orgullo esta conmemoración y para marcar la posición de hundimiento de la vieja y querida mancarrona existe una boya que indica el lugar de la gesta y que a la vez forma parte de la heráldica esta ciudad.
“Aquel es un símbolo poderoso para la nueva generación de chilenos, es una señal que le dice a la posteridad que esta tierra y este mar se ganaron con sangre y sacrificio de soldados y marinos y ha permitido el crecimiento y desarrollo de nuestro país en los últimos años. No me detendré a relatar los hechos acontecidos 21 de mayo, pues considero que son de conocimiento general y desde nuestra infancia hemos escuchado o leído el desarrollo del combate, hemos crecido bajo la impronta de esta gesta que forma parte de nuestra chilenidad, aquí en la región de Tarapacá lo hemos visto. Por ello menciono sólo algunos valores y virtudes que destacaron en aquella mañana del 21 de mayo: abnegación, nobleza, disciplina, valentía y un profundo sentido del deber, son algunas de las virtudes que vemos reflejadas en cada uno de los hombres que enfrentaron al destino en las aguas de Iquique y Punta Gruesa”.
Cerrando la parte más histórica de su discurso recordó que las cualidades de liderazgo sumadas a las virtudes y valores del comandante nacido en Ñinhue, entrega luces para entender por qué la Esmeralda se transformó en una sola voluntad para enfrentar la adversidad “a bordo de la vieja mancarrona la edad, el origen social, lugar de nacimiento o la educación de cada uno pasó a un segundo plano y todos unieron por el profundo amor a la patria y en el fiel servicio a Chile”.
El jefe naval de la zona norte dijo que el desarrollo se proyecta hacia el vasto océano Pacífico por lo cual no basta sólo contemplarlo, “debemos estudiarlo, analizarlo, cuidarlo y buscar el beneficio necesario que nos permita alcanzar la convicción de seguir trabajando en crear una conciencia marítima adecuada. Chile es un país esencialmente marítimo y oceánico y estamos en la constante defensa de nuestros intereses marítimos, en este contexto debemos prepararnos para seguir teniendo un rol protagónico situándonos como pilares esenciales de desarrollo. Como institución asumimos la responsabilidad frente a esto, manteniendo siempre viva la llama del amor a la patria y la vista fija en la protección y resguardo de nuestras aguas e intereses nacionales. Lo anterior es vital para el desarrollo de todas las tareas que se realizan respecto al quehacer del país en que no solo se incluyen nuestros recursos naturales, la vía de conexión con el mundo y su implicancia para el comercio internacional y las comunicaciones interoceánicas sino también la conservación de recursos considerados a nivel global como prioritarios para la humanidad cuya protección en la Armada se amplía hoy más allá de las 200 millas”.
MAR DE CHILE
El contralmirante Zoppi dijo a los presentes que si relacionamos los valores de Prat con la conciencia marítima, podríamos decir que esta última adquiere una dimensión más profunda y significativa dado que Prat, al encarnar los valores de valentía y sacrificio, nos enseña que la conexión con el mar va más allá de la simple comprensión de su importancia como recurso. “Encarna el valor del compromiso. Su dedicación a la Armada y disposición para dar su vida en defensa del país nos recuerda la importancia de estar comprometidos con la protección y preservación de los océanos, no sólo como una responsabilidad, sino como un acto de lealtad hacia las futuras generaciones. Prat personifica la integridad, era un hombre de principio firme cuyo honor y honestidad eran innegociables, esta integridad moral es esencial en el cuidado de los océanos dado que implica tomar decisiones éticas y responsables que promuevan la salud y el bienestar de los ecosistemas marinos y de todas las especies que dependen de ellos. Prat representa el coraje, su alegría en el campo de batalla es un recordatorio de que a menudo se requiere coraje para enfrentar los desafíos y adversidades al que nos enfrentan nuestros océanos como la contaminación, la sobre explotación de sus recursos o el cambio climático. La conciencia marítima implica tener el coraje de abordar estos problemas de frente y trabajar incansablemente para encontrar soluciones efectivas. Prat personifica el sacrificio desinteresado, su disposición para dar la vida por el país nos recuerda que la protección de los océanos requiere sacrificios ya sea en términos de cambios en nuestro estilo de vida, en la forma en que gestionamos nuestros recursos, o en las acciones que tomamos para mitigar los impactos negativos en los ecosistemas marinos. En resumen, la conciencia marítima cuando se entrelaza con los valores de Arturo Prat nos llama comprometernos con la protección de los océanos con integridad, coraje y disposición para sacrificarnos por el bien mayor. Al honrar el legado de Prat y seguir su ejemplo podemos garantizar un futuro sostenible y próspero para nuestros mares y para toda la forma de vida que dependen de ellos”.
Cerró sus palabras valorando que la lealtad del sargento Aldea, la audacia del comandante Condell, el compromiso del guardiamarina Riquelme y la gallardía de un noble corneta Cabrales, entre otros, han dejado una huella indeleble en la historia de Iquique y nacional, por eso invitó a trabajar para fomentar esa conciencia marítima que permita seguir siendo una nación próspera, “desarrollándonos con una visión que abarque nuestros horizontes oceánicos. Debemos tener presente que para seguir creciendo es fundamental asimilar que no se puede ser un país minero, exportador y agricultor sin ser un país marítimo que nos conecta al mundo. En la rada de Iquique un valiente grupo de marinos de valores y virtudes, con su arrojo y valentía ligaron a esta patria una identidad única y propia escribiendo la página más gloriosa de la Armada de Chile. Aquí se encuentran los restos de la corbeta Esmeralda, un pedazo de patria, un buque de la Armada de Chile, un buque de todos los chilenos. Con su sacrificio esta nave unió para siempre el puerto de Iquique con la identidad de Chile, otorgándole con justicia el título de puerto heroico a esta ciudad”.
Fueron los capellanes de la 4ª Zona Naval Davison Ibáñez y capellán evangélico, Luis Sanhueza, los encargados de oficiar el responso en memoria de los marinos caídos en combate hace 145 años. Luego se procedió a la colocación de ofrendas florales de las organizaciones comunitarias y voluntariado, establecimientos de educación superior, poder judicial, Congreso de la República, Fuerzas Armadas, Orden y Seguridad, Cuerpo Diplomático, Delegación Presidencial, Gobierno Regional y municipios entre otras.
Una de tradiciones de esta fecha y motivo de orgullo para la gente de mar es recibir en tan magna ceremonia la condecoración al Mérito Militar por 30 años de servicio en bases y navíos de la Armada. En esta oportunidad fueron entregadas 14 distinciones a funcionarios navales.
DESFILE
Previo al desfile por el Día de las Glorias Navales, la Asociación de Clubes de Cueca y Folclore de Iquique (ACCI) junto a la Agrupación de Cuequeros y Folcloristas Independientes de Tarapacá brindó el tradicional esquinazo con pies de cueca y cachimbo, además de ofrecer el brindis de chicha en cacho a las autoridades.
Abriendo el paso de las unidades de presentación, desfiló el jefe de fuerzas junto a su plana mayor acompañados por los sones de los músicos navales. Los primeros en dar tributo a los héroes fueron alumnos y profesores del Liceo Bicentenario Instituto del Mar Carlos Condell con la formación simbólica de la tripulación inmortal de la Corbeta Esmeralda.
Con paso marcial desfiló el escalón Armada de Chile, al mando del capitán de corbeta (IM) Ricardo Salazar, formado por dos compañías.
Al mando del capitán Pablo Quiñones marchó el escalón Ejercito de Chile, una compañía de la Primera Brigada Aérea, al mando del capitán de bandada Simón Fabregas representó a la Fuerza Aérea de Chile y con tres secciones, al mando del teniente Carlos Calderón, participó Carabineros.
El homenaje en plaza 21 de Mayo fue cerrado por la Legión Carampangue Infantes del Desierto al mando del legionario Gerardo Vásquez.
