La inédita experiencia demuestra que las nuevas generaciones locales tienen el foco en
los desafíos ambientales del futuro. Además, que conocidas educativas están aportando
un gran ejemplo de organización y motivación para reciclar el aluminio, impidiendo que
este material llegue a calles y vertederos.
Isabel Frías
Periodista UC
Hace algunas semanas, la entidad sin fines de lucro llamada “Banco Social de Latas” hizo
un pre balance de cómo avanza su trabajo ambiental a lo largo de Chile en materia de
reciclado y, por esa vía, el país pudo informarse que en nuestra región los alumnos,
profesores y apoderados pertenecientes a 32 establecimientos educacionales iquiqueños
han recuperado más de 23.559 latas, cifra que equivale a la no despreciable cantidad de
330 kilos de latas.
Así lo destacó a El Longino, la coordinadora de la ONG Helena Kusulas Pagonis, quien
detalló que este proyecto surgió en 2021 en el país y, “a partir de marzo de este 2003,
expandimos el proyecto a la ciudad de Iquique, donde hoy participan 32 establecimientos
educacionales, los que implican una comunidad escolar de más de 8.600 estudiantes”,
precisó.
La profesional, educadora de párvulos de formación, agrega que “los grandes actores y
protagonistas son los colegios y sus comunidades, porque ambos son clave en el éxito de
este proyecto”, precisando que los colegios, escuelas y jardines infantiles participantes
son: Escuela Especial de Lenguaje Padre Pío, Jardín infantil y Sala cuna Mis Primeros Pasos,
Instituto Comercial Iquique, Colegio Deportivo Técnico Profesional Elena Duvauchelle,
Colegio Hispano Italiano, Instituto del Mar Carlos Condell, República de Croacia, Liceo
Bicentenario Nirvana, Academia Nerudiana, Liceo Academia Sinai, Liceo Bernardo
O’Higgins, Escuela de Lenguaje Nuevo Inti, Jardín Infantil Eco Semillitas, Colegio Salesiano
Iquique Don Bosco, Escuela de lenguaje Angeluz, Jardín Infantil Rayito de Sol Junji, Escuela
básica Francisco Forgione, Escuela de Lenguaje Momentos Preciosos, Corporación
educacional Papelucho, Escuela de Lenguaje Kunamasta, Jardín Infantil Sol y Nube, Escuela
de lenguaje Flor de Lirio, Escuela Especial de Lenguaje Kerima, Escuela Especial de
lenguaje Los Andes, Escuela Caleta Chanavayita, Colegio Irqiillariy, CTI Los Tamarugos,
Fundación Coanil, Centro Inclusivo AMB, Jardín Infantil D Stephano y Jardín Infantil Anatiri.
ACOPIO EN COLEGIOS
Si bien son los establecimientos educacionales los que deben inscribirse en la campaña y
son el “lugar” donde se realiza el retiro de material, la idea es que estos sean el ente
movilizador de la comunidad, y que los mismos vecinos del sector junto con las familias y
apoderados de los alumnos puedan apoyar la iniciativa entregando sus latas. “Queremos
que todas las personas que tienen ganas de reciclar este residuo tengan en los colegios un punto de encuentro para fomentar el reciclaje y la recuperación de residuos”, afirma
Helena Kusulas Pagonis.
De acuerdo a lo informado, la operativa de esta experiencia es bastante sencilla. Los
colegios inscritos proceden a juntar latas de aluminio en nombre de su establecimiento y,
cuando han acopiado 4 bolsas de 80 litros de latas aplastadas, el Banco Social de Latas
gestiona su retiro. “Regularmente, apunta, invitamos a los colegios para que no solo
participen los alumnos, sino también sus familias y la comunidad cercana y así el centro
educativo se transforma en un actor clave en la comunidad. Además, los apoyamos con
diversas actividades en torno al reciclaje de la lata, a través de una gran red de colegios en
torno al conocido evento Interescolar ambiental (www.interescolar.cl)”.
Respecto de los aspectos más prácticos operativos, Helena Kusulas señala que “la logística
del programa es impulsada por recicladores locales, quienes proceden a realizar el retiro
del material y luego realizan el pretratamiento de este, incluido su enfardado, para ser
enviados a Santiago, donde todas las tareas anteriores son gestionadas previamente por
un coordinador del proyecto. Las latas acumuladas por las niñas, niños y adolescentes se
procesan y gestionan por la empresa Metalum, la cual a su vez recolecta el material para
exportarla a Brasil mediante coordinación la empresa Ball que la transformarla en una
nueva lata. “Y esa es la maravilla de este material… que se procesa una lata sin necesidad
de nuevas materias primas”.
CADENA DE BENEFICIOS
Cabe destacar que, el Banco Social de Latas comenzó a operar apenas este 2021 a nivel
nacional y su trabajo lo conformó mediante una alianza entre Kyklos, empresa B de
cultura y educación ambiental, y Metalum, una reconocida firma dedicada al reciclaje y la
recuperación del aluminio en Chile y que, en su primera etapa “junto a un grupo de
empresas de la RM trabajamos en beneficio de la Fundación Las Rosas. Ese año la
recolección de material tenía el objetivo de renovar infraestructura en uno de los hogares
de la fundación”.
En su segunda versión, ahora este Banco Social de Latas se suma Ball, una empresa
interamericana de reciclaje y producción de aluminio, donde el material reciclado fue en
beneficio de la Fundación Patio Vivo, la cual construye espacios de naturaleza en
establecimientos educacionales de mayor vulnerabilidad social y económica.
Actualmente, en todo el país participan más de 660 establecimientos educacionales; sin
embargo, la apuesta ahora se centra en incrementar esa participación en el futuro más
inmediato y, en el caso de Tarapacá, tal vez extender la experiencia de los
establecimientos educaciones de Iquique y Alto Hospicio hacia el Tamarugal.
