Un nuevo incendio cercano al lugar del siniestro ocurrido el día anterior, movilizó ayer a compañías de Bomberos de Iquique.
Esta vez el fuego consumió afectó cinco viviendas, en el sector comprendido entre Valle Central y Playa Blanca casi frente el lugar siniestrado el lunes recién pasado.
La acción de los voluntarios bomberiles permitió controlar este nuevo siniestro que dejó a varias familias damnificadas.
Vale consignar que el incendio ocurrió en momentos en que se realizaba una sesión del Comité Operativo de Emergencia que presidió la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, para coordinar las labores de apoyo a los mas de 400 damnificados del sector de Laguna Verde.
Respecto del gran incendio que consumió un centenar de casas en el sector de Iquique, ayer comenzó la remoción de escombros con apoyo de la Municipalidad de Iquique.
Escenas de gran dramatismo se vivieron también cuando centenares de familias regresaron al lugar donde estuvieron sus viviendas.
Los damnificados observaban con penas los estragos que dejo el dantesco incendio que redujo a cenizas todas sus pertenencias.
«El fuego quemó todas nuestras cosas, comedor, camas, cocina, sillas, todo, todo, no dejó nada en pie. No se cómo haremos ahora dónde viviremos» se lamentaba una dueña de casa.
«Por qué nos pasan estas cosas a nosotros los pobres, que tenemos tan poco para vivir. La adversidad se ensaña con nosotros, con nuestros hijitos. Será tan difícil ahora poder reunir los enseres que necesitamos», dijo una joven madre, mientras buscaba alguna de sus pertenencias entre los escombros, que le pudieran servir.
Solidaridad
Pero como la generosidad abunda en el corazón de los pobladores, desde tempranas horas comenzaron a llegar hasta los albergues habilitados por la Municipalidad en dos colegios.
Así, comenzaron a llegar pobladores con bidones de agua filtrada, artículos no perecederos, frazadas, útiles de aseo.
En silenciosa fila, hombres y mujeres acudieron a dejar su cuota de ayuda en mercaderías, aceite, fideos, arroz, azúcar, té y leche.
En tanto, dirigentes vecinales realizaban gestiones para iniciar una cadena de solidaridad en favor de los damnificados.
Asistentes sociales de la Municipalidad, realizaban un largo catastro de familias afectadas para la distribución de ayuda.
