Siete imputados (chilenos) eran los integrantes de una Organización Criminal dedicada al
Tráfico de Drogas, quienes llevaban a cabo el transporte de 306 kilos 169 gramos de Pasta Base
de Cocaína, desde la localidad de Colchane teniendo como destino la Región Metropolitana.
Dicha organización desarrolló una planificación destinada a evadir el desarrollo de controles
policiales, contando para esto con vehículos de apoyo y el uso de elementos tecnológicos,
como drone, visor nocturno, sistema de comunicaciones y una cámara con detector de radar.
La droga presumiblemente ingresada al país desde Bolivia tenía como destino la ciudad de
Santiago dónde sería distribuida a otras organizaciones más pequeñas para su
comercialización.
Además de los imputados se incautaron una camioneta y dos tracto camiones, uno de ellos el
que traía la droga oculta en la cabina bajo la cama del conductor y el otro vehículo pesado que
servía de punta de lanza y distractor si se detectaba presencia policial en la ruta.