- Esta enfermedad es muy común en la población chilena y el doctor Jorge
León aconseja descartar su mediante la realización de una ecotomografía
abdominal desde los 25 años.
Los cálculos a la vesícula biliar o también conocidos como colelitiasis, son una de las patologías
más frecuentes entre la población chilena, con una prevalencia mayor en mujeres (37%) que en
hombres (17%). Esta enfermedad consiste en acumulaciones de cristales (depósitos endurecidos
de colesterol y calcio) que se forman dentro de la vesícula y que pueden causar mucho dolor e
inflamación crónica.
El Dr. Jorge León, cirujano digestivo de Clínica Universidad de los Andes, señala que “la colelitiasis
es la patología que más afecta a la vesícula en Chile. En esto influyen diferentes factores: la
genética, la dieta y el ayuno prolongado. Esto último hace que la vesícula no se contraiga y eso
facilita la formación de cálculos”.
Además, los cálculos biliares son el factor de riesgo más común para el cáncer de vesícula que, a su
vez, es una de las principales causas de muerte por cáncer en nuestro país
Debido a la alta frecuencia de esta patología en Chile, el especialista recomienda a todas las
personas mayores de 25 años que cuando se realicen un chequeo preventivo, incluyan una
ecotomografía abdominal, dado que la colelitiasis no siempre presenta los síntomas característicos
que son dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Con todo, cuando hay los síntomas éstos se encuentran muy estudiados porque el dolor es muy
intenso, variando su duración entre unos minutos a un par de horas. En caso de que un cálculo
biliar se aloje en un conducto y provoque un bloqueo, los signos y síntomas resultantes pueden
incluir los siguientes:
Dolor repentino y que se intensifica rápidamente en la parte derecha superior del
abdomen
Dolor repentino y que se intensifica rápidamente en la parte central del abdomen, justo
debajo del esternón
Dolor de espalda justo entre las escápulas
Dolor en el hombro derecho
Náuseas o vómitos
En el caso de tener cálculos, “el manejo o tratamiento ideal es el quirúrgico, lo que implica extirpar
la vesícula, evitando así las complicaciones futuras. La función de este órgano se sustituye en
forma óptima por la vía biliar”, explica el Dr. León.
De no operar, las dificultades que eventualmente pudieran presentarse son:

- Dolor cólico biliar, que puede durar varios días
- Inflamación de la vesícula o colecistitis aguda
- Paso de cálculos al colédoco (vía que va desde el hígado hasta el intestino delgado). Estos
pueden quedar impactados en la pared y provocar colangitis (infección grave de la vía biliar) - Pancreatitis (inflamación del páncreas)
- Cáncer vesicular
El cirujano también enfatiza que es recomendable realizar la cirugía en forma electiva y no de
urgencia, porque la evolución postoperatoria y las complicaciones son menores. La técnica
estándar actual es por vía laparoscópica, en donde la cirugía dura una hora aproximadamente y el
alta puede realizarse el mismo día o al día siguiente. La modalidad laparoscópica, también se
puede realizar íntegramente por el ombligo, evitando cicatrices.