En las intoxicaciones alimentarias, la Listeriosis es la que genera una de las más violentas enfermedades a nivel digestivo en las personas que consumen alimentos contaminados con esta bacteria.
Lo que se debe saber, es que esta bacteria puede resistir el frío, incluso la congelación, por eso es fundamental la limpieza y mantención de los refrigeradores y congeladores de los hogares y de los establecimientos que expenden los alimentos.
Si las personas son afectadas por Listeria, pueden sufrir y manifestar fiebre, diarrea, dolor muscular, vómitos, fatiga y si es invasiva, puede llegar a las meninges, generar problemas cardíacos como endocarditis, abortos e incluso puede llegar a ser mortal. Los síntomas pueden presentarse desde 11 horas hasta 30 días después del contagio.
Se pueden contagiar médicos veterinarios, pacientes intrahospitalarios o transmitir de madre a hijo, registrándose en el caso de los recién nacidos una sobrevida de un 30 % y se arriesga secuelas neurológicas. La Unión Europea menciona que los adultos desde los 64 años en adelante también son vulnerables, así como los enfermos crónicos e inmunosuprimidos como trasplantados y en tratamientos de cáncer.
Es muy importante en nuestro rol como formadores académicos, que los estudiantes y futuros profesionales sean preparados para que la prevención y la vigilancia de esta bacteria este controlada. También que, en colegios, asistencias públicas y privadas de salud, se generen charlas y se entreguen informativos de cómo prevenir y actuar sobre alguna sospecha.
Las recomendaciones obligatorias son lavarse siempre las manos antes, durante y después de manipular alimentos, lavar los alimentos, lavar los utensilios que se utilizaron como cuchillos y tablas de picar para evitar la contaminación cruzada, consumir carnes y pescados bien cocidos y no comer lácteos sin pasteurizar.
Evelyn Valdés Académica de La Escuela de Medicina Veterinaria Universidad de Las Américas