Tras su gestión participando en la Convención Constitucional por escaños reservados, el
representante de los pueblos aymara conversó con El Longino sobre el actual proceso en marcha
y cómo se visualiza el objetivo (aún lejano) de concretar el reconocimiento de los pueblos
originarios a nivel de Carta Magna.
Isabel Frías
Periodista U.C.
La presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, ha dado estos días la primera señal más
segura de una serie de trascendidos: “Esta semana podemos y estamos en condiciones de cerrar la
conversación” dijo, en relación a las largas tratativas entre los partidos políticos por llegar un
Acuerdo en materia del proyecto constitucional que comenzó a experimentar Chile desde
noviembre de 2019, pero que a la fecha no ha llegado a puerto con una iniciativa concreta.
Para conocer la opinión de un abogado que conoció la Convención por dentro en su calidad de
miembro de la bancada de escaños reservados al pueblo aymara de las regiones del Norte de
Chile, conversamos con Luis Jiménez Cáceres.
Él se encuentra radica nuevamente en la ciudad de Arica y desde allí conversó con el diario El
Longino sobre la posibilidad de un segundo proceso constituyente que no repita algunas fórmulas
que la ciudadanía rechazó el pasado 4 de septiembre donde hizo hincapié en la importancia de
que se avance más rápidamente en las conversaciones y diálogos que mantienen Gobierno y
oposición.
¿Cómo ve el proceso por una nueva Constitución que vivimos en la actualidad, con reuniones
múltiples y falta de acuerdo y calendario de acción?
– Creo que, como la mayoría de la ciudadanía, veo el tema con cierta preocupación el momento
actual ya que se están tardando mucho en lograr acuerdos en el Congreso y pienso que –al igual
como han dicho algunos sectores– que el nuevo proceso se gestione rápido y para evitar los
errores del pasado y sea un régimen más abierto, debe contarse con un régimen de participación
ciudadana, con mecanismos institucionales para ello, con recursos y debiera conformarse una
Convención con integrantes 100% electos por la ciudadanía y sin parlamentarios o miembros del
actual Congreso.
¿Qué le han dicho en las comunidades aymara de nuestras regiones al respecto?
– Hay una sensación de demora, lentitud y a medida que se conocen creo que el mismo tema va
perdiendo fuerza o input. Se visualiza cierto cansancio en la gente, porque los temas urgentes
siempre han sido la seguridad, el empleo, la inflación y el abandono del Estado, etcétera.
Ahora todos esos problemas requieren una nueva Constitución, pero con una clase política que
esté también a la altura porque ya se han tomado los resguardos para que no se repita la anterior
experiencia y de ese modo parece que habrá un comité de expertos; también habrá principios que
habrá que respetar.
Si me pregunta directamente, no veo la razón de por qué se están demorando tanto en llegar a
acuerdo y sobre todo en el tema del número de los futuros convencionales y también el cómo
éstos serán seleccionados.
Finalmente quedó pendiente el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas. ¿Cuál es
tu sentimiento en ese sentido?
– Creo que ese reconocimiento tiene un consenso mayoritario en la sociedad chilena y no dudo
que eso va a tener un reflejo en la futura Constitución, si es que se llega a acuerdo.
Ahora, la regla precisa, las implicancias jurídicas, los derechos colectivos que estarán ahí, el valor
de los Tratados Internacionales en Derechos Humanos será tarea del nuevo órgano.
Pero, surgen voces de una posible modificación vía parlamentaria, con un proyecto legislativo
que modifique el actual texto constitucional.
– Yo tengo muy claro mi diagnóstico y uno puede reformar la Constitución vigente, que de verdad
no creo que sea algo malo, pero de verdad para que se vaya avanzando en los problemas de
representación política que tienen hoy los pueblos indígenas, se requiere contar con una nueva
Constitución.
