El delito del robo de cables sigue afectando fuertemente a las instalaciones y clientes de CGE, compañía distribuidora que presta servicio a más de 3,2 millones de clientes, entre las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía.
Según datos de la distribuidora, en los primeros nueve meses del año, la cantidad de delitos se disparó a nivel nacional, registrando a la fecha 451 episodios de robo de cables en las instalaciones de la Compañía, tanto en redes de media y baja tensión como en instalaciones de transmisión de energía, totalizando 153.595 metros de cable de cobre (153,5 km) robado.
Esto equivale a más de 45 toneladas de cobre sustraídas por bandas delictuales, lo que también provocó que más de 165 mil clientes de la Compañía distribuidora eléctrica vieran interrumpido su suministro producto de la acción de estos delincuentes.
A nivel regional, el material de cobre sustraído alcanza a las 26.854 metros ocurridos en 127 episodios registrados entre enero y septiembre de este año.
Estas cifras son de gran preocupación debido a que durante todo el 2023, el robo de cables en la región se registraron 121 episodios acumulando más de 28 kilómetros de cable de cobre sustraído.
Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, señaló que la acción de estas bandas, que cuentan con material y personal técnico especializado, es una clara señal de su asociación al crimen organizado.
“El robo de cables se ha consolidado como uno de los principales problemas en la calidad y continuidad del suministro y hoy, con nuestra experiencia, podemos decir que está fuertemente asociado al crimen organizado. Estas son bandas delictuales que cuentan con modus operandi desarrollados y que se van moviendo entre las regiones, buscando donde pueden cometer estos delitos y causar el mayor daño. Asimismo, cuentan con una organización que también les permite ocultar, vender, importar y realizar transacciones con el cable robado, lo que financia otros delitos. Es por esto, que no como sociedad, no nos podemos quedar tranquilos y expectantes”, afirmó Jaramillo.
En los primeros nueve meses del año, las regiones con más incidencias de este delito fueron las de Arica y Parinacota (11); Tarapacá, con 127 episodios, seguida por Coquimbo (112); O´Higgins (63); Antofagasta (54); Maule (32); Biobío (19); Araucanía (13); Metropolitana (7); Valparaíso-provincia de Melipilla (7); y Atacama (6).
La valorización del cable de cobre robado y los trabajos de reparación y reconstrucción de infraestructura eléctrica dañada o destruida por estas bandas delictuales superó los 2.190 millones de pesos a septiembre.
“El perjuicio que provocan estas bandas delictuales no es solo a la infraestructura, sino también a la calidad y continuidad del servicio eléctrico para miles de clientes a lo largo de la zona de concesión de CGE. Es necesario que las autoridades, en todos los niveles, autoridades comunales, provinciales, regionales y nacionales, tomen acciones y se involucren para combatir a estas bandas. Esta es la única forma de acabar con este flagelo y así, ver mejorada la calidad de suministro a todos los clientes. En el caso de CGE, la compañía realiza denuncias ante el Ministerio Público y las policías cuando ocurren estos casos, y también hemos interpuesto querellas para perseguir a los responsables”, reiteró Jaramillo.
Consejo
“CGE reitera el peligro de aproximarse a las redes e infraestructura eléctrica y hace un llamado a sus clientes a tomar algunas medidas de seguridad para evitar accidentes, como no acercarse a conductores o cables dañados o que estén en el suelo, ya que podrían estar energizados. En caso de emergencia, pueden comunicarse con la empresa a través del número de atención gratuito 800 800 767; la cuenta de Twitter @CGE_Clientes y la página web www.cge.cl”.