Por Teo Rojas Cabrera, Periodista Corporativo
Iquique posee una ventaja única en comparación con otras ciudades de Chile: su urbanidad convive con edificaciones históricas del ciclo salitrero. El Barrio de la calle Baquedano, con sus majestuosas construcciones de pino oregón, es un claro ejemplo. Estas edificaciones, traídas por veleros y vapores que transportaban el «oro blanco» de la época a Europa y Estados Unidos, son un testimonio mudo de la belle époque.
Este atributo de identidad, que combina el pasado con la modernidad del presente, no debe ser desaprovechado, especialmente cuando es un reconocimiento típico de los turistas que visitan Iquique y luego regresan a sus ciudades de origen.
Sitios y Muelles Potenciales para el Turismo
Hay varios sitios en Iquique que podrían ser aprovechados turísticamente. Uno de los más relevantes es el lugar donde estuvo el mítico Hotel Chucumata. Otro sitio notable es Bajo Molle, donde por años estuvo la Ballenera. Sin embargo, un desafío interesante es revitalizar los vestigios de los primeros muelles, especialmente en el Barrio El Morro y el Barrio El Colorado.
Experiencias internacionales muestran que es posible transformar antiguos muelles en centros turísticos exitosos. Italia, por ejemplo, ha convertido muelles en restaurantes impresionantes con una iluminación espectacular junto al mar.
Barrio El Morro y el Muelle Barrenechea
El Barrio El Morro presenta una oportunidad excepcional. Aquí aún permanecen malecones y rompeolas que abrigan una playa maravillosa. Este sector es ideal para establecer una gran zona turística. Históricamente, este barrio fue el hogar del Muelle Barrenechea, que tuvo un rol vital en el embarque de salitre y el desembarque de carbón en la ciudad.
El Muelle Barrenechea, fundado por el industrial salitrero José Antonio Barrenechea, jugó un papel importante en la historia económica de Iquique. En 1936, el muelle estaba arrendado a la Compañía de Alumbrado para el desembarque de carbón. Aunque la compañía de Barrenechea fracasó debido a dificultades técnicas, el muelle y su infraestructura fueron fundamentales para el desarrollo portuario de la ciudad.
Una Visión para el Futuro
Imaginar los muelles históricos de Iquique revitalizados y convertidos en atractivos turísticos es una visión emocionante. Podrían ofrecer experiencias únicas a los visitantes, con restaurantes, paseos marítimos y eventos culturales. El legado de estos muelles puede ser un nuevo respiro turístico para la ciudad, ofreciendo una experiencia inolvidable y resaltando la rica historia de Iquique.
Revitalizar el Muelle Barrenechea y otros vestigios históricos no solo preservaría la herencia cultural de Iquique, sino que también impulsaría el turismo y el bienestar de sus habitantes. Cada año, debemos sorprender a nuestros turistas con nuevas y emocionantes experiencias, y qué mejor manera de hacerlo que rescatando y embelleciendo nuestros tesoros históricos.
