El destacado analista José Negrón Valera conversó con expertos internacionales sobre lo ocurrido este miércoles en el país vecino y aquí despliega al lector las consecuencias que podrían derivarse de los hechos que han afectado al gobierno democrátivo de La Paz. El litio y una posible intervención externa son dos aristas que aparecen veladamente en este nuevo intento de quiebre institucional y una señal de advertencia para todos los países de la región.
Wilmer Depablos -un reconocido especialista y exdiplomático venezolano- dio cuenta en las horas posteriores de una especial peculiaridad tras el intento de golpe de Estado de este 26 de junio ocurrido en la ciudad capital de Bolivia como fue el hecho que fue transmitido «a través de la televisión, de la radio, de la prensa y sobre todo de las redes en tiempo real. Ha sido realmente todo un acontecer noticioso».
A lo anterior, subrayó el experto, se suma la respuesta rápida y decisiva del presidente Luis Arce, que junto con el apoyo incondicional del pueblo boliviano, fue crucial para revertir la situación de la azonada contra la democracia boliviana.
«El presidente Arce de inmediato nombró un nuevo alto mando militar, y la primera orden de uno de ellos fue la retirada inmediata de los militares a sus respectivos cuarteles, lo cual se hizo», abundó. El profesional también subrayó la importancia geopolítica de Bolivia, especialmente en relación con sus vastas reservas de litio, como fuente permanente de desestabilización.
«Bolivia representa uno de los países del triángulo del litio; es decir, de una de las reservas más importantes, tiene el 24% de las reservas de litio de todo el mundo. Pudiéramos estar en presencia de una nueva estrategia imperial», señaló Depablos, sugiriendo así derechamente una posible intervención externa en el contexto del golpe.
El papel de la comunidad internacional también fue resaltado por Depablos como mecanismo clave para desactivar cualquier intento de socavar la democracia en la región.
«Nosotros desde los distintos países de América Latina, desde por supuesto la CELAC, además del ALBA-TCP, de la propia UNASUR, es decir, de los mecanismos regionales de integración, acompañaremos todo y además no solamente acompañamos, sino además creemos que el nivel y la altura histórica de estos compañeros bolivianos le permitirán discernir debido a los intereses no sólo de Bolivia, sino de la patria grande,» afirmó.
UN GOLPE ATÍPICO
Martin Pulgar, politólogo y filósofo, ofreció por su lado un análisis que coloca el intento de golpe dentro de un marco geopolítico aún más amplio.
«Fue un golpe de Estado atípico. Usualmente se dan en la noche o en la madrugada, esto de que fuera en pleno sol da una cierta particularidad», observó Pulgar, sugiriendo que los golpistas podrían haber actuado precipitadamente.
Además, enfatizó la importancia del contexto internacional, especialmente las acciones de Estados Unidos en América Latina, definiéndolas como parte de una «nueva guerra fría en la región».
«La acción de Estados Unidos de revertir los procesos progresistas sigue su camino, y en el caso de Bolivia ha intentado intervenir no solo por el litio, sino para detener sus alianzas con Rusia y China», opinó.
Pulgar también se refirió a las divisiones dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido gobernante, y como estas debilitan la cohesión interna del partido. Sin embargo, destacó que la respuesta organizada y decidida del pueblo boliviano fue crucial para frustrar el golpe.
«Las fuerzas populares organizadas, poderosas, ya estaban convocando a la movilización, atrincherarse en un conflicto que podría ser duro y llamando al paro económico general,» destacó.
Por último, Pulgar hizo hincapié en la necesidad de una estrategia distinta para evitar que, en el contexto del Ejército boliviano, estas situaciones se sigan suscitando. El especialista ponderó que es clave evitar que militares que participaron en golpes de Estado o intentos de desestabilización en el pasado continúen con jefaturas en las Fuerzas Armadas:
«No es posible que si alguien tuvo un pasado, que tuvo participación en los golpes anteriores, seguía teniendo construcción de tropa y liderazgo en las Fuerzas Armadas», abundó.
«Creo que los procesos progresistas en América Latina con sus fuerzas armadas se les ha olvidado o no han abordado con la suficiente importancia todo lo que es la doctrina de los ejércitos nacionales en el campo de la lucha por el cambio social para romper con los esquemas doctrinales de la OTAN o del Occidente que todavía siguen presentes en muchas de las fuerzas armadas», manifestó.
¿UN TRIBUNAL CONTRA INTENTOS DE GOLPE?
Por su parte, ante estos hechos del país andino, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió a la Organización de los Estados Americanos (OEA) crear un tribunal para juzgar a quienes intenten realizar un golpe de Estado en algún país de la región, como está ocurriendo en Bolivia.
«Creo que la OEA debe crear en la Corte Interamericana de Derechos Humanos una sala de juzgamiento de personas que realicen golpes contra el voto popular», propuso el mandatario a través de su cuenta en la red social X.
Petro compartió la imagen que circula en redes sociales donde el presidente boliviano, Luis Arce, enfrenta la general golpista Juan José Zúñiga, y la acompañó con el mensaje «la democracia contra el fascismo». Y añadió: «El camino de América es el de la libertad. Somos tierra de libertad. Aquí no germinan las tiranías ni las dictaduras».
Antes, el jefe de Estado pidió unión a los pueblos de Latinoamérica ante el golpe de Estado en Bolivia.
El mandatario pidió a la embajada colombiana en Bolivia otorgar refugio a los perseguidos, en caso de necesitarlo, e indicó que si llega a prosperar el golpe «no habrá ninguna relación diplomática con la dictadura».
«Un golpe antidemocrático se enfrenta con la movilización generalizada del pueblo», señaló.
Asimismo, durante ayer jueves Las autoridades de Bolivia detuvieron hasta este 27 de junio a 17 personas por el intento de golpe de Estado ocurrido un día antes en el país andino, informó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
«Ya se ha logrado la aprehensión de un total de 17 personas por haber intentado consumar un golpe de Estado dentro del territorio nacional», dijo el funcionario en conferencia de prensa al destacar el trabajo conjunto entre la policía y el Ministerio Público.
En este contexto, resultó una señal reveladora el hecho como la comunidad latinoamericana cerró filas en torno al régimen institucional que encabeza el presidente Arce y de ello dio cuenta el propio gobierno del país vecino a Tarapacá, el cual agradeció el apoyo que recibió de la comunidad internacional ante el intento de golpe de Estado que realizó un grupo de militares que lideró el general Juan José Zúñiga, quien fue detenido y contra quien la Fiscalía de Bolivia abrió ya una investigación en su contra y de los militares que participaron en la movilización.
«Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse», refirió en redes sociales.
El exmandatario boliviano, Evo Morales, señaló en X estas manifestaciones, a las que calificó como la antesala a un golpe de Estado: «Se gesta el golpe de Estado. En este momento se despliega personal de las Fuerzas Armadas y tanquetas en la Plaza Murillo. Convocaron a las 3:00 pm a reunión de emergencia en el Estado Mayor del Ejército en Miraflores con uniformes de combate. Convocamos a los movimientos sociales del campo y la ciudad a defender la democracia», expuso.
APOYO TRANSVERSALES
Desde Argentina, su Canciller afirmó que «la democracia no se negocia» y opinó que «los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia», indicó en X la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de trasandina, Diana Mondino.
En la Unión Europea también hubo fuertes pronunicamientos encabezados por Ursula Von der Leyen, quien condenó los actos cometidos por las fuerzas armadas bolivianas: «Condeno firmemente los intentos de derrocar al gobierno democráticamente elegido de Bolivia. La Unión Europea apoya a las democracias. Expresamos nuestro firme apoyo al orden constitucional y al Estado de derecho en Bolivia», expuso la jefa de la Comisión Europea, von der Leyen.
Nicolás Maduro aprovecó el momento para recordar que, su juicio, las movilizaciones de parte del Ejército boliviano «son el camino que quieren los fascistas y extremistas»: «Estamos desde Venezuela denunciando un golpe de Estado contra la democracia boliviana. En este momento, fuerzas que han traicionado su juramento de lealtad al Estado, han tomado el palacio presidencial (…). Ese es el camino que quieren los fascistas y los extremistas. Desde Venezuela, con el amor inmenso que tenemos por Bolivia, llamamos al pueblo [boliviano] a defender su democracia, su Constitución y a su presidente, Lucho Arce», declaró el presidente Maduro.
Finalmente, el ministro de gobierno Eduardo Del Castillo confirmó que entre los detenidos se encuentran el excomandante general del Ejército Juan José Zúñiga y el excomandante de la Armada Juan Arnez Salvador, quienes están acusados de encabezar el levantamiento militar., señalándose que de acuerdo a los trabajos de la inteligencia, el intento de golpe de Estado se planificaba desde mayo, en la intervención de Del Castillo.