El litio es clave para la transición hacia la electromovilidad, ya que es un mineral necesario
para la fabricación de baterías. Eso explica el alza que ha mostrado su demanda durante
los últimos años, a pesar que en términos de oferta estamos estancados.
Ahora, es importante preguntarse de qué nos sirve transitar hacia la electromovilidad si
estamos explotando el litio de manera no sustentable. Actualmente, la producción se realiza
a través de inmensas piscinas de evaporación donde se deposita la salmuera extraída
desde los salares y, tras 12-18 meses y una vez evaporada la totalidad de la salmuera,
se obtiene el mineral para posteriormente ser procesada en una planta química y así
obtener el carbonato o hidróxido de litio.
Esto trae graves consecuencias hídricas para los salares y sus ecosistemas, por lo que es
urgente transitar hacia una industria sustentable, que no genere un daño a los salares, la
biodiversidad ni a las comunidades aledañas.
Hoy existen tecnologías para lograr esto, como la extracción directa, pero el sector hace
décadas está cerrado solo a dos actores y en un solo salar, lo que no permite cambiar este
paradigma. Es urgente abrir la industria, no solo para que Chile pueda aprovechar sus
virtudes naturales, sino también para generar mayor competencia, innovación e inversión, y
así potenciar nuestra economía y bienestar, de la mano de tecnologías sustentables de
explotación.
En 2023 no nos podemos dar el lujo de seguir dañando nuestro entorno para producir litio.
Esta tiene que ser una materia prioritaria para el Estado, que debe actuar rápido y marcar el
camino que seguirá el país. Chile está dejando pasar el “boom del litio” y con ello la
inserción de tecnologías amigables con el medioambiente.
Rodrigo Dupouy
Presidente para Latinoamérica de Sorcia Minerals