Lo ocurrido ayer era un suceso que tarde temprano se iba a producir, ante la falta total de control de la locomoción colectiva, ya que en las esquinas de Obispo Labbé con Tarapacá, Tarapacá con Ramírez, y Tarapacá con Vivar, se concentra la totalidad de las líneas de micros existentes en la ciudad.
Las máquinas que corresponden a las líneas 9, 6,5,4, 18, 17, 7 y otras se “pelean” los estacionamientos y permanecen en ese lugar a lo menos por más de 10 minutos, para posteriormente salir a toda velocidad de ese lugar para cumplir con los horarios establecidos.
Los propios conductores dicen que en algunos casos deben pagar multas que oscilan entre cinco mil y diez mil pesos por minuto de atraso.
Por esta razón urge una profunda revisión del servicio que presta la locomoción colectiva en la comuna, que es altamente deficiente, con máquinas antiguas, sucias, con chóferes mal vestidos y sucios, incluso algunos amenazan a los pasajeros cuando les hacen ver sus faltas tales como ir hablando por celular, conversar con amigo o amiga que llevan a su costado, por bajarse de sus máquinas dejando el motor funcionado para ir a comprar una bebida, un dulce o simplemente fumarse un cigarrillo.
Esperamos que esto sea verificado por el Ministerio de Transportes, por Carabineros y ojala por los empresarios dueños de este mal sistema de transporte público.
No debemos esperar otro suceso similar para tomar acciones. (AVJ)