Estudio comparativo de la Corporación Ciudades determinó la triste realidad de los habitantes de los dos principales municipios de Tarapacá, los cuales poseen un escuálido 2,1% de áreas verdes. En el extremo opuesto está Valdivia con 52% y el promedio nacional es de 7%.
Isabel Frías
Periodista U.C.
Cuando se habla de áreas verdes se hace referencia a un concepto de calidad de vida que va mucho más allá que un paño con pasto verde. Porque, existe consenso en que la vegetación en las ciudades aporta más que un paisaje agradable que tener en frente: Entregar tranquilidad, seguridad barrial y conexión con la naturaleza y una urgencia en aquellos territorios en que el Cambio Climático.
Diversos estudios han abordado los beneficios que tienen sobre la calidad de vida de las personas, al disminuir la presencia de dióxido de carbono, liberación de oxígeno, e incidir directamente en las oscilaciones de temperatura, disminuyendo en hasta 12 grados en los casos de calor más extremo.
REALIDAD CRÍTICA
Con el objetivo de conocer qué tan presente está la vegetación en las capitales regionales, Corporación Ciudades efectuó este sondeo donde se definió un indicador que establece un porcentaje respecto del tamaño de la ciudad, y otro según la cantidad de hectáreas por habitante.
“A nivel nacional se observa una relación directa entre el clima local y la presencia de vegetación. Fomentar el uso de especies de bajo consumo hídrico y avanzar en normativas que permitan la reutilización de aguas lluvias y aguas grises, podría ayudar a revertir la situación de las ciudades que tienen un indicador más bajo como Iquique, Antofagasta y Arica. El diseño urbano debe incorporar las características de cada lugar, para desarrollar más espacios verdes de manera sustentable, impactando positivamente en la calidad de vida de las personas”, explicó Martín Andrade, director ejecutivo de la entidad.
Lamentablemente, el récord de vulnerabilidad en materia de áreas verdes se lo lleva Iquique con un 2,1%, seguido de Antofagasta (4,3%) y Arica (6,3%).
En el caso opuesto de cobertura de vegetación respecto del continuo de las construcciones urbanas es liderada por Valdivia, donde el 52% de la ciudad tiene presencia de naturaleza, seguido por Puerto Montt (46,7%) y el Gran Valparaíso (41,4%).
Esta disparidad entre regiones disminuye considerablemente si lo que se analiza es la densidad de la vegetación, que cuenta con una tendencia similar a nivel nacional, donde todas las ciudades analizadas presentan un indicador bajo. Sin embargo, al interior de las grandes ciudades sí se observan mayores diferencias, lo que lleva a concluir que las personas con más precariedades sociales y económicas están más afectadas no solo a nivel urbano, sino que tienes mayores riesgos asociados a la emergencia climática y de todo el estrés asociado a éste.
RECICLADO NULO
De modo paralela esta iniciativa, la propia Corporación Ciudades indagó en el proceso de reciclaje de residuos sólidos no peligrosos, la disponibilidad de puntos verdes por habitantes, los microbasurales y la producción de basura por persona.
De nuevo, aunque ahora solo analizando las capitales regionales del país, los datos recabados apuntan a que apenas el 13,9% de los residuos a nivel nacional llegan a puntos verdes para poder ser tratados y darle una segunda vida al material, disminuyendo eventualmente la basura que llega a los vertederos.
Desde la óptica comparativa, el eje urbano que representa Iquique-Alto Hospicio no logra llegar ni siquiera al 1% de reciclaje con un indicador de 0,9%.
Al comparar las capitales regionales, en solo 5 ciudades se sobrepasa el 14% de reciclaje, siendo Puerto Montt quien lidera el ranking con una tasa de 39,7%, seguido por Valdivia (34,7%), Rancagua (30,2%), el Gran Concepción (20,9%) y Antofagasta (19,1%).
El Consejo Nacional de Desarrollo Urbano recomienda un límite de producción de residuos de un kilo por persona al día, una cifra que nuestros territorios están muy lejos de alcanzar y requiere un cambio de conciencia de la ciudadanía: Una mayor educación medioambiental adquiere un tono de urgencia.
