Una final de infarto, legendaria, que de seguro quedará en la historia del tenis. Carlos Alcaraz
(1º) derrotó a Novak Djokovic (2º) por 1-6, 7-6 (8), 6-1, 3-6 y 6-4, coronándose campeón
de Wimbledon.
El primer set fue un verdadero trámite. Un demoledor Djokovic dominó de principio a fin,
imponiendo sus términos y haciendo sentir su experiencia en la Catedral del tenis, cerrando
todo con un contundente 6-1.
Sin embargo, no está muerto quien pelea, y menos cuando aún quedaba partido. Alcaraz se
acordó de jugar y comenzó a demostrar por qué llegó a la final como número uno del mundo.
El español empezó a meter sus derechazos y también a aprovechar los errores del serbio, y con
esa estrategia cerró el segundo y el tercer set a su favor: 7-6 y 6-1, respectivamente.
El cuarto set fue de infarto, pues “Nole” estaba obligado a ganar para seguir en carrera.
Lamentablemente para el español, el físico comenzó a jugarle en contra y su rival se mostró
más entero, lo suficiente como la cerrar la manga con un 6-3.
Ya en el último set, las cosas fueron parejas, hasta que el hispano pudo quebrar el servicio de
Nole. Finalmente, el siete veces campeón de Wimbledon cayó por 4-6 y su rival terminó
festejando en la Catedral del Tenis.