Comedor solidario de la parroquia Nuestra Señora de La Paz
El comedor solidario de la parroquia Nuestra Señora de La Paz, del Hogar de Cristo, ubicado en avenida los Álamos con avenida Los Aromos, gestionado a comienzos del año 2021 como idea del Padre Oliver para ir en ayuda de gente en situación de calle y los migrantes; es destacado por la comunidad y agradecido por sus beneficiarios.
E promedio son unas 150 personas las que llegan cada jueves, pasado el mediodía, a retirar un plato de alimento saludable y nutritivo.
Esta iniciativa ha salido adelante con el apoyo permanente de un grupo de voluntarios y voluntarias, además de la ayuda de la Municipalidad de Alto Hospicio, Caritas Chile y de personas de buen corazón.
Al respecto, María Condori, presidenta de la junta de vecinos “11 de Marzo”, del sector central de la comuna, -que también colabora en el comedor Padre Hurtado junto a otras voluntarias de esa capilla- es parte del voluntariado que aporta con alimentos, ayuda a cocinar y entrega los números a los usuarios del comedor; valora el espíritu y compromiso solidario de los voluntarios, de las autoridades y actores privados que permiten que la obra social siga beneficiando a quienes más lo necesitan.
En ese sentido, releva el esfuerzo del Padre Oliver de la iglesia y al coordinador del comedor Nuestra Señora de La Paz, Luis Rodríguez, como las personas encargadas de proveer con misericordia la despensa y salir a conseguir durante la semana las donaciones.
BENEFICIARIOS
Patricia Castro de 56 años, beneficiaria del comedor solidario, quien no tiene un trabajo estable, paga una pieza pero no tiene suficiente dinero para comer, y que depende en estos momentos del Hogar de Cristo, dijo que está muy agradecida por el apoyo brindado por las tías de los comedores. “Nos tratan muy bien, con cariño y afecto entregándonos un plato caliente”, enfatizó.
Asimismo, recordó que antes de estar en esta situación vulnerable, era una persona que aportaba con recursos todos los meses al Hogar de Cristo, por ese motivo, reiteró que ella confía en las personas del comedor y tiene fe en el apoyo solidario que semana a semana les entregan.
Por su parte, Juan Carlos Jofré , quien se encuentra en situación de calle, y se dedica a limpiar parabrisas en las distintas calles del centro de la comuna de Alto Hospicio, felicitó la labor de las personas del voluntariado y de quienes hacen donaciones para el comedor solidario. Agregó que su menú preferido son las “lentejas”, e independiente que tengan carne o verduras en su contenido, bienvenido sea si se los dan con amor y de corazón.
Cabe consignar, que la generación de decenas de ollas comunes y comedores solidarios en distintos barrios de Alto Hospicio, en plena pandemia, autogestionadas por personas e instituciones sociales, deportivas, culturales y religiosas, junto al apoyo de la Municipalidad de Alto Hospicio, permitió y sigue beneficiando a adultos mayores vulnerables, personas en riesgo social y a quienes han perdido su empleos. De hecho, cerca de 60 comedores y ollas comunes, además de panaderías solidarias, en su oportunidad, fueron beneficiadas con subvención especial de mercaderías de parte del municipio.
